1-Busca el contraste:
No tengas miedo a pintar con colores intentos sobre todo si tu casa tiene mucha luz natural. ¿El truco para que un color fuerte no reduzca el espacio? Es combinarlo con blanco en techos, suelo, carpinterías… El contraste crea ambientes luminosos y hace que los elementos en blanco destaquen aun mas.
2-Crea una atmósfera envolvente:
Los tono tierra, topo, piedra… tienen la capacidad de crear ambientes acogedores. Aplicalo no solo en las paredes sino también en el techo para dar sensación acogedora, los compañeros perfectos para estos tonos son los muebles de maderas y los complementos beige.
3-Combina blanco y negro:
El blanco y el negro son la prueba de que los polos opuestos se atraen. Úsalos juntos solo en estancias con mucha luz natural creando así ambientes luminosos y actuales, asegúrate de que el blanco se impone. Si a estos le sumas la combinación de distintos acabados como el mate y el satinado el resultado es un ambiente mas dinámico.
4-Destaca una pared:
Con este método conseguirás convertirla en el centro de todas las miradas. Puede ser las del cabecero, la del office o una zona de trabajo, si la pared destacada la pintas en oscuro como suele suceder los muebles que apoyes en ella lucirán mas.
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