Hay gente que pasa la Nochebuena en chándal. Y por gusto.
Esa gente no merece mi respeto.
Mi respeto lo merecen las personas que se arreglan para estar con la familia, para disfrutar de los caldos y viandas típicos de estas fechas como Dios manda.
En Nochebuena, esmóquin. Aunque sea de Zara, pero un poquito de por favor.
Feliz Navidad.
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